Nuestro ciclo productivo
Nuestra vida productiva es como la de los productos que vemos en los aparadores: crece, madura y decae o muere.
Así es mis estimados lectores, bendecidos deben sentirse los empleados que permanecen después de los 50 años de edad en un puesto de trabajo bien remunerado, más les valdría aprovecharlo porque pocos son los escogidos.
¿Qué pasa en el mercado laboral? Ocurre lo lógico, que los puestos de trabajo de personas mayores son sustituidos por gente joven, en teoría porque es más productiva, con ideas frescas, con conocimiento y habilidades recién salidas del horno, porque resultan más “baratos”, entre otras.
Nuestra vida laboral tiene su ciclo productivo, como si fuéramos un producto más en el mercado, así que no nos queda de otra más que sacar el mayor provecho a cada una de las dos primeras etapas, antes de que el mercado laboral nos deseche.
Pero, además de sacarle jugo a nuestra etapa más productiva, más rentable, de mayor cotización en el mercado, hay que prepararnos para convertirnos en trabajadores independientes, en crear nuestra propia empresa, para el autoempleo.
Y no hay mejor vía para hacerlo que el conocimiento, capacitarte en lo que te apasiona y que sepas que el mercado está dispuesto a pagarte por ese producto o servicio.
De los 20 millones de trabajadores que hay inscritos en el IMSS a nivel nacional, 1.6 millones tienen entre 50 a 54 años de edad y 1.1 millones 56 a 59 años de edad.
Según el censo poblacional de 2015 de INEGI, en ese entonces había en el País 9.2 millones de personas de 50 a 59 años de edad.
Lo que significa, que considerando el tamaño de esa población apenas un 29% tiene un empleo formal en el País.
Esta es la realidad. Si tu apuesta es la pensión, te repito que su tamaño será en el mejor de los casos equivalente a un 35% de tus ingresos.
Así que no desaproveches tu 20’s, 30’s y 40’s años de edad, es decir, no despilfarres, recuerda que te diviertes cuando inviertes.
No llegues a tus 45 o 50 años de edad y te lamentes con “si yo hubiera…”, “¿qué hice con mi dinero, cuando ganaba bien?”, “¿en dónde está?”,…
Y sobre todo, no te olvides de construir tu plan B, tu proyecto productivo que podría antes de lo previsto liberarte de ser subordinado, y convertirte en empleador.
Todo es posible con disciplina, con conocimiento y con recursos para invertir. Evita que el ciclo productivo de tu vida decaiga, por el contrario, revitalízalo.
Si vas iniciando tu etapa productiva, mejor aún; si estás en los 30´s tienes tiempo para lograrlo, y si estás en los 40´s es tu última oportunidad para que saques provecho, no desperdicies tu esfuerzo.
Y aprovecha tu etapa más productiva para crecer, que no te sorprenda la edad y la pobreza.
Sigo a tus órdenes para apoyarte.